MEDIOS DE EXPRESIÓN DIGITAL DE LA ACADEMIA MALAGUEÑA DE CIENCIAS

Fernando Orellana Ramos y Víctor Díaz-del-Río Español

Academia Malagueña de Ciencias

La irrupción de las instituciones en el espacio digital, y más particularmente en las Redes Sociales (RRSS), se ha convertido en estos últimos años en un hecho notorio al que ninguna de ellas se ha podido sustraer, y más concretamente aquellas que están dedicadas a la ciencia e innovación tecnológica. No hay más que ver el impacto que ha tenido en las RRSS la crisis volcánica del Cumbre Vieja (isla de la Palma, Canarias) para comprobar que no ha habido institución -ni medio de comunicación- involucrada en el seguimiento del evento que no estuviera publicando información diaria de la actividad de sus científicos y personal desplazado. Se da el caso de que gran parte de los propios científicos también publicaban su actividad a través de sus perfiles personales, proporcionando imágenes e información detallada de lo que hacían, mostrando siempre los distintivos de sus respectivas instituciones. La campaña de la imagen, o dicho de otra manera, la actividad divulgativa institucional se convirtió en una auténtica competición diaria.

Esta corriente informativa imparable que está dinamizando extremadamente la divulgación científica tiene varias explicaciones. Si bien no vamos a realizar un análisis exhaustivo de todas ellas sí señalaremos algunas que nos parecen importantes. Quizás la irrupción del concepto “Ciencia y Sociedad”, tan utilizado por organizaciones internacionales y agencias que financian la investigación científica, tenga mucho que ver en esta nueva vía de divulgación. Se trata de que los científicos -o las instituciones que los acogen-, salgan de sus cenáculos y expliquen, de la forma más llana posible, cual es la investigación que están ejecutando y cuál es su utilidad e importancia, hecho que es particularmente revelador para que el ciudadano perciba en que materias se están gastando los científicos el dinero de sus impuestos.

Por otra parte, no es menos importante la reducción del uso de literatura científica impresa -que ha llegado a alcanzar unos costes sorprendentes hasta el punto de que ha implicado a los autores de los artículos científicos en la propia financiación de las revistas indexadas- que ha impulsado a las editoriales independientes a publicar textos científicos en soporte exclusivamente digital, que han tenido notable éxito entre los investigadores, aunque el sistema I+D+i no trate de la misma manera a todas las publicaciones. En el fondo es una práctica que también hemos visto en los propios tabloides que han derivado hacia las ediciones digitales disminuyendo sus tiradas en papel.

No es extraño pues que, impulsados por esa misma corriente, la AMC se haya consolidado en el espacio digital utilizando las plataformas de comunicación social (Web, Youtube, Twitter, Facebook, Instagram, Blog, Calendario Digital) que están demostrando ser muy eficaces en materia de divulgación y fomento de las actividades culturales y científicas. Es la misma decisión que han tomado otras académicas, con mayor o menor presencia en las redes, y que ha supuesto un importante avance en la divulgación. La adaptación a esta nueva realidad de la comunicación digital requiere de importantes esfuerzos que, en ocasiones, supera la propia voluntariedad de los académicos implicados en la ejecución de la tarea. Pensemos que en nuestra institución son únicamente dos académicos los que realizan la labor de divulgación digital, poniendo voluntariedad y la experiencia que van acumulando con el paso del tiempo, aplicando estrategias más bien intuitivas y miméticas con otras instituciones antes que profesionalizadas.

Mantener con rigor el ritmo de la divulgación es un reto complicado, principalmente por la velocidad a la que se suceden los cambios en el mundo digital -con la irrupción de nuevas plataformas y aplicaciones específicas de determinados dispositivos móviles-, y las cambiantes preferencias de los usuarios, principalmente los más jóvenes que siempre se adaptan a las aplicaciones de última generación.  Adaptarse pues a todo ello resulta un reto difícil con la limitación de medios propia de una institución como es la AMC. Es evidente que tendremos que mantener el esfuerzo e ir adaptándonos a las nuevas realidades que vayan surgiendo en la red.

La Academia Malagueña de Ciencias (AMC) inició su andadura digital en el año 2007 dando un importante paso al construir la primera página web de su historia. En su momento fue un paso pionero, pues eran pocas las instituciones académicas que lo habían dado, hecho que incrementó su visibilidad en la sociedad más allá de los límites urbanos o provinciales. Desde luego nos referimos a la comunidad que en aquellos momentos se movía en el espacio digital. Su contenido es de carácter corporativo y ofrece gran cantidad de información, tanto histórica como actual. Destaca la información bibliográfica digitalizada y la que ha sido generada en formato digital en los últimos años, así como los informes elaborados por la propia corporación sobre asuntos en los que ha sido consultada. A partir del año 2020, y motivado en gran medida por las restricciones causadas por la pandemia de coronavirus, se ha puesto en marcha la retransmisión de las sesiones científicas por el canal de Youtube cuyos iconos han sido insertados en la web, iniciativa que ha tenido una buena acogida pues ha alcanzando la cifra de 5.048 visualizaciones.

Con el objeto de generar opinión sobre la actualidad científica y cultural -aspecto que es misión importante de la AMC-, se ha abierto un blog que permite a los académicos, profesionales de todos los ámbitos de la ciencia, aportar su criterio sobre los asuntos de más candente actualidad. Esta plataforma digital de gran potencialidad, también permite divulgar el contenido de los actos académicos narrados a modo de breves crónicas escritas por los propios académicos. No dudamos en calificar esta iniciativa como una de las más prometedoras, a la vista de los resultados que está obteniendo entre los lectores. Las estadísticas son muy interesantes. Hasta el momento han contribuido con sus trabajos un total de 45 autores -insistimos en el hecho de que todos ellos son académicos-, habiéndose editado los artículos con una periodicidad semanal (con alguna excepción puntual que ha obligado a publicar más de un post semanal). En este momento hemos alcanzado la cifra de 52.041 visitas con lectores de diez países: España, Argentina, Méjico, Estados Unidos, Francia, Ecuador, Chile, Uruguay, Colombia y República Dominicana.

Cabe destacar la publicación de la compilación anual de los artículos editados en cada curso académico en una serie que se ha denominado “A Ciencia Cierta”. Ofrece la posibilidad de disponer en soporte papel los trabajos que han visto la luz en el formato digital. Hasta el momento se han publicado tres volúmenes que han tenido una magnífica acogida entre nuestros lectores.

Una de las plataformas más activas en el mundo científico es Twitter. Prácticamente no hay institución científica ni grupo de investigación que no tenga abierto su perfil en esta red social y lo utilice de forma habitual. Es más, cualquier entidad vinculada al mundo científico se esmera en divulgar su actividad en esta red social insertando varios tuits en un mismo día, aportando imágenes y vínculos en los que se amplía la información que mencionan. El volumen de información que circula cada día es sorprendente y a esta dinámica se han sumado gran cantidad de científicos de todo el mundo que contribuyen a la divulgación aportando sus propias perspectivas de la actividad que realizan en su trabajo diario. Esta circunstancia ha aproximado al ciudadano ese mundo misterioso e intrincado que en otro tiempo pareció la ciencia. Aquel espacio reservado para élites intelectuales en el que se comunicaban entre sí utilizando lenguajes técnicos abstrusos para el ciudadano medio. Son muchos los científicos que no quieren participar en esta aproximación de la ciencia a la sociedad, e incluso infravaloran el esfuerzo que muchos otros hacen por explicar la actividad científica, pero lo importante es comprobar que ese mundo encapsulado se ha abierto y puede ser observado desde fuera por cualquier ciudadano. No ha sido menos importante para alcanzar este logro el impulso dado por la política de “puertas abiertas” que practican las instituciones anualmente.

La AMC no ha permanecido ajena a este medio de divulgación y en enero de 2012 abrió un perfil de Twitter dando sus primeros pasos de forma muy meritoria. El impacto de sus mensajes fue creciendo poco a poco y hoy podemos decir que tenemos una comunidad de seguidores importante que sigue creciendo y que interactúa con la institución. Las expectativas de crecimiento son buenas y en este momento tenemos 1.420 seguidores a quienes agradecemos su fidelidad. Las estadísticas del perfil corporativo muestran valores de alcances que oscilan entre los 50.000 y más de 150.000 en el plazo de un mes. Resultan muy significativos los valores que consiguen algunos tuits en los que se vinculan determinados artículos insertados en el Blog y que llegan a valores comprendidos entre los 57.400 y 79.500, lo cual convierte a esta red en una potente vía de divulgación científica.

Facebook es una red social mucho menos frecuentada por personas con una vinculación concreta con la Ciencia, del mismo modo que no todas las instituciones científicas tienen la misma actividad en esta red social. Digamos que tiene menor impacto. Nuestra actividad en Facebook sigue pautas estratégicas similares a las que empleamos en Twitter, si bien esta red permite incluir un mayor número de fotografías y textos más amplios, lo que la hace mucho más versátil. No cabe esperar un crecimiento exponencial en el número de seguidores pues sus usuarios buscan prioritariamente otro tipo de información, lo cual no implica que vayamos a abandonar pues hay también una comunidad que nos sigue a través de ella. El alcance de las publicaciones se mueve en rangos moderados.

Con la intención de llegar a un mayor rango de población, el día 16 de mayo de 2020 nos incorporamos con el perfil corporativo a una de las redes sociales más visitadas por los jóvenes, y en la cual ya habíamos constatado la presencia activa -y en algunos casos hiperactiva- de la mayor parte de las instituciones científicas y de las academias. Se trata de INSTAGRAM que es una plataforma digital diseñada para ser manejada exclusivamente desde el dispositivo móvil. Se prima en ella la calidad y el mensaje de las imágenes, aunque va cobrando mayor relevancia la inserción de textos breves. No facilita la inserción de vínculos web junto al texto que acompañe la imagen que se edite, lo cual es una limitación importante pero comprensible. El alcance, en los pocos meses que lleva activo el perfil de la AMC, es relevante y prometedor.

Fragmento de una de las referencias a una de las sesiones científicas celebradas por la AMC e insertadas en el Calendario Digital. Una vez celebrada la sesión, y toda vez que la grabación del evento se ha subido a la página web, se reseña en la ficha de la referencia de forma que quede concentrada toda la información que se haya generado.

Por último, queremos señalar algunos aspectos del Calendario Digital que sin ser una red social sí que resulta ser una plataforma con gran capacidad divulgativa e informativa. Se comenzó a utilizar en mayo de 2018. Los interesados lo reciben previa solicitud personal ya que implica su inscripción en la lista de correos a través del envío de su correo electrónico. Está abierto a cualquier usuario. Tiene gran utilidad práctica pues recoge todos los eventos que organiza la AMC, además de aquellos con los que colabora, acompañado de toda la información relativa a cada evento. Se convierte así en un registro digital de todas las actividades y sesiones académicas desarrolladas por la institución. Es una herramienta digital de fácil consulta y el usuario puede desplazarse a lo largo del calendario para consultar cualquier actividad que se haya celebrado desde el momento de su puesta en funcionamiento. No solamente se señala el evento en particular, sino que incluye en el apartado correspondiente toda la información relativa al acto, con algunos vínculos web a información complementaria que puede ser objeto de interés del usuario. Se convierte así en un archivo histórico digital de todas las actividades desarrolladas por la AMC. 

El futuro nos irá indicando la manera en la que evoluciona la divulgación científica digital. La vía en la AMC ya está abierta y parece imparable en el contexto de un mundo globalizado. La información viaja a través de vías intangibles y por ello hemos de esforzarnos para hacer llegar nuestro mensaje a la mayor cantidad de población posible, de una forma sencilla y accesible, sin perder el rigor que exige la ciencia. Tendremos muchas incógnitas que resolver y retos que hemos de arrostrar, pero nos movemos en un mundo ilusionante que abre sus puertas para cumplir una de las misiones que nos encomendaron los patronos fundadores y cuya vigencia sigue teniendo un valor indiscutible: “Popularizar la ciencia en todo lo que esté a su alcance”.

16 comentarios en “MEDIOS DE EXPRESIÓN DIGITAL DE LA ACADEMIA MALAGUEÑA DE CIENCIAS

  1. Un magnífico recorrido por todo un proceso de incorporación a las nuevas tecnologías que ha hecho de nuestra academia todo un referente desde hace años. Y, no nos engañemos, es este un proceso constante y diario que obliga a dedicar muchas horas a su operativo y funcionamiento. Felicidades a los dos.

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    1. Muchas gracias Paco en nombre de Fernando y mío. Leer de ti estas palabras, siendo científico historiador acostumbrado a bucear en los archivos analógicos históricos -que actualmente están en gran medida digitalizados-, nos permite pensar que lo del «espacio digital» no es una cosa que sea accesible solamente a los que utilizan o trabajan con las tecnologías de última generación, sino que es cosa de uso cotidiano y que, de manera inexorable, tendremos que asimilar que forman parte de nuestro «modus vivendi». Esto nos lleva a pensar que los medios de divulgación digital que utilizamos para expandir el mensaje de la AMC tienen una potencialidad de la que no nos podemos sustraer. Los hechos son indiscutibles y la realidad que nos ofrece la red es apasionante. Llegamos más lejos con el mensaje de la AMC y cumplimos con esta forma de comunicar con el compromiso que adquirimos al aceptar ser miembros de la AMC: «Popularizar la ciencia en todo lo que esté e nuestro alcance». Con la vista puesta en el futuro seguiremos procurando mantener nuestro compromiso.

      Gracias por tus palabras y ya sabes que, como académico, sigues teniendo tu espacio en este blog para cuando desees utilizarlo pues tus incursiones en él tienen un tremendo impacto y los artículos son leídos con inmenso interés.

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      1. Gracias Víctor.
        Cuando un servidor daba alguna que otra clase de informática para encajar los horarios (allá por el Pleistoceno) decíamos que la información por vía telemática era el futuro. Evidentemente ya es el presente, que avanza a una velocidad de vértigo que a mí se me escapa.

        Por otra parte, ojalá toda la documentación archivística estuviera digitalizada, pero solo lo está una mínima parte. Una pena, que nos obliga a los «artesanos de la Historia» (no te pases con lo de científico-historiador) a vivir los calurosos veranos de Simancas o de Madrid buscando «papeles viejos»: !ay de mis mañanas en el Archivo Municipal o en el de la Catedral! Espero que los que nos siguen lo tengan más fácil.

        Y también, insisto, el tiempo que se lleva, «robado» a la familia y a tantas cosas, que exige todo lo que vosotros hacéis. Enhorabuena por vuestro trabajo.
        Y por supuesto, podéis contar con mis modestas colaboraciones cuando queráis.

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  2. Excelente análisis de la presencia de la AMC en las redes sociales y como en poco tiempo esta aumentando su visibilidad digital. Es necesario gran esfuerzo y dedicación para mantener esa presencialidad. Enhorabuena por ese trabajo y por darnos a conocer de forma tan fácil todos los medios que pone la AMC para la difusión científica.

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    1. Muchas gracias Susana por tus amables palabras. Sabes bien cuanto lo agradecemos Fernando y yo, particularmente por el conocimiento y la experiencia que posees en el mundo digital en el que estamos procurando tener una mayor implantación. Ciertamente, como bien dices,es necesario gran esfuerzo y dedicación para mantener la presencia e incrementar el impacto de las publicaciones (entradas, tuits, imágenes, enlaces, etc.) que vaya realizando la AMC en las diversas plataformas que utiliza para realizar su divulgación. Saber que contamos con tu impulso en todas las redes que utilizamos es de gran valía, pues comprobar que los propios académicos pueden multiplicar los efectos de los mensajes de la AMC con sus «likes» o «retuits» es un modo de incrementar la presencialidad.

      Todavía queda por alcanzar una mayor implicación de los académicos en la divulgación digital, de manera que todos se sientan parte de esta actividad que tanto nombre está dando a la AMC fuera de los límites urbanos, provinciales, regionales o nacionales. Confiemos que con el paso del tiempo se vayan asomando más académicos a esta autopista de la información y la divulgación que son las redes sociales y que el impulso que entonces logremos nos permita alcanzar la meta que perseguimos, y que no es otra que llegar a la mayor cantidad de población y ofrecérsela allá donde esté.

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  3. Me parece importantísimo este amplio recorrido, análisis y reflexión de la incorporación de la AMC a las redes sociales. Con ello se ha conseguido que ésta sea un referente en estos medios digitales. Mi enhorabuena a Fernando y Víctor por hacernos llegar este riguroso estudio, y por su diario y constante trabajo.

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    1. ¡Que alegría leerte en este espacio del blog, Mari Pepa! No solamente eres una autora de artículos de gran valor histórico, sino que, además, eres un ejemplo de adaptación al espacio digital. Nos alegra enormemente comprobar la facilidad con la que te has acostumbrado a escribir directamente en el blog y seguir la actividad de cuanto se publica.

      Gracias por tus palabras que nos animan a seguir con la tarea. Cuando hacemos una mirada retrospectiva y comprobamos el camino recorrido y los hitos que hemos ido alcanzando, creo que es justo sentir orgullo y satisfacción, pero no solamente porque el esfuerzo ha dado fruto sino porque, y sobre todo, hemos contado con el apoyo y las aportaciones de académicas como tú que con su trabajo concienzudo y su conocimiento de la materia en la que son expertas, realizan aportaciones de impacto que incrementan el interés de los lectores por nuestro mensaje. Así que, difícilmente habríamos conseguido algo si no logramos introducir CONTENIDO INTELECTUAL a las redes sociales que utilizamos. Eso es lo que les da fuerza. Los artículos que cada académica/o escriben para ser publicados.

      Lo demás, convertir a los académicos en «tuiteros» es algo que sucederá con el tiempo pero es camino largo y tortuoso que hay que recorrer. Pero todo se andará.

      De nuevo, gracias por tus palabras.

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  4. Este país es particular, como “el patio de mi casa”, de aquella vieja canción infantil. Con ánimo de exagerar podemos decir que hay más autores que lectores. Muy poca gente lee pero hasta el más tonto se siente hoy con autoridad para escribir un libro. Igual comienza a ocurrir con la divulgación científica. La ciencia es escasa como lo es el número de investigadores y la sensibilidad social hacia la ciencia. Pero el número de divulgadores de ciencia no para de aumentar. Comienza a haber más divulgadores que científicos. Nada que objetar. El sarampión era una enfermedad infantil que la mayoría de los niños pasaban, hasta que llegó la vacuna. Ahora estamos en este sarampión divulgador. Mejor que nada, desde luego. Lo hemos añorado durante mucho tiempo. Pero ahora que la divulgación comienza a ser una epidemia habría que vacunarse contra la mala divulgación y contra los malos divulgadores, especialmente con esos que una y otra vez, se empeñan en hacernos creer “que la ciencia es divertida”, tratando a la gente, a toda la gente, como niños. Una infantilización que lejos de contribuir a la cultura científica la empobrece al ocultar la complejidad, sirviéndose de la ciencia para mantener el «show business”. Por eso el empeño de la Academia Malagueña de ciencias (AMC) por contribuir a la cultura científica (que no se debería confundir con la divulgación científica), es más meritorio, pues el discurso que se genera desde la Academia está avalado por la experiencia y autoridad científica de sus miembros y por su independencia.
    Enhorabuena a quienes mantenéis la logística que la hace posible y a todos los miembros de la academia que con sus colaboraciones contribuyen el noble empeño de transferir el conocimiento a la sociedad con el respeto que se merece.

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    1. No podemos estar más de acuerdo contigo, Federico, en lo referente a la plaga de divulgadores científicos que han surgido en las redes sociales. Afortunadamente, tal y como dices en tus lineas finales, la AMC NO ACTÚA COMO DIVULGADOR CIENTÍFICO AL USO, sino que divulga la ciencia que ella misma produce y que es fruto del conocimiento y experiencia de sus académicos. Esto lo realiza a través de sus Sesiones Científicas, de las que se hacen eco sus propias redes sociales, como de los artículos que los académicos insertan en el blog. Así, las plataformas digitales que utiliza la AMC se convierten en correas de transmisión del pensamiento científico de sus académicos y nunca como medio para jugar en el campo de los «divulgadores científicos»¡de última generación!

      Nos alegra comprobar como los académicos son cada vez más activos en su compromiso de expandir el conocimiento científico a través de los artículos que escriben, en este o en cualquier otro blog o medio de comunicación social, dejando constancia de su pertenencia a esta Academia. Pero no es menos importante sus contribuciones en las sesiones científicas y en las sintesis que realizan para insertarlas en el blog, destacando aquellos aspectos más sobresalientes de lo tratado en las sesiones. Hemos comprobado el gran impacto que tienen esas «crónicas» escritas por los propios especialistas promotores de las sesiones específicas y el rigor con el que están escritas. Esa es una magnífica divulgación científica alejada del estereotipo del «divulgador simpático» al que la ciencia siempre le parece divertida. Bueno, ¡tampoco es que sea aburrida!, pero ahí ya tropezamos con la percepción que cada cual tenga de la ciencia.

      Sabes cuanto te agradecemos tu comentario y estaremos «ojo avizor» para no caer en el contagio de esta pandemia de divulgación de la ciencia simpática. La vacuna para este «divulgavirus» ya está inventada y disponemos de ella en cantidades suficientes como para aplicarla en el momento oportuno. La Academia, que no es una planta en un edificio céntrico de Málaga, sino una comunidad de científicos comprometidos en una tarea común, filantrópica y altruísta, sabrá ver a través de los ojos de sus académicos la mejor manera de impulsar nuestro mensaje a través de las redes sociales o de cualquier plataforma que exista en el espacio digital.

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  5. Como muchas actividades y acontecimientos en los que estamos involucrados en el día a día, es de una enorme trascendencia el que alguien te haga ver la magnitud de las mismas. Eso es lo que habéis conseguido con este blog, poner en un texto la importancia de lo que se está haciendo en la Academia en el ámbito de la divulgación de nuestras actividades en las RRSS.
    Mi agradecimiento por esta aportación y especialmente por el acierto que supone el seguir manteniendo publicaciones escritas además de las virtuales. A Ciencia Cierta es el ejemplo de que los que hemos estado acostumbrados a publicar negro sobre blanco nos es ilusionante poder hojear y leer determinados artículos, que por diversas razones en su día, no los pudimos leer en el Blog.
    Enhorabuena Víctor y Fernando, no solo por el artículo sino por vuestra entusiasta implicación en que lo que describís sea un fiel reflejo de la realidad que habéis creado.

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    1. Muchas gracias Ricardo por tus amables e ilusionantes palabras. Ya comentamos anteriormente que el mérito de lo conseguido es de los propios académicos que, a través de los medios que tienen a su alcance, han sabido divulgar en cada ámbito específico los avances en el conocimiento científico. Las sesiones científicas presenciales, las exposiciones, las mesas redondas, los informes técnicos, las conferencias, la revista de la AMC, etc., son elementos fundamentales para que las redes sociales TENGAN CONTENIDO. Si los académicos no hicieran nada, no habría nada que divulgar, pues, como comentaba Federico Soriguer, no nos dedicamos a la divulgación científica de cuanto se hace en el mundo, sino lo que pergeñamos en el seno de la corporación.

      Ahí has tenido un papel relevante en cada curso académico. Ese impulso del trabajo individual narrando algún detalle del conocimiento o la experiencia que cada cual tenga, es la base de nuestra divulgación. Es el combustible que mueve la máquina. El camino se recorre si hay combustible y, como decía Machado, lo hacemos al andar apoyados en los pasos que da cada académico.

      Aspiramos a llegar más lejos y que el acervo científico y cultural que posee la AMC, y por el cual se han «batido el cobre» nuestros predecesores, sea sustancia qe alimente el intelecto de aquellos que nos sigan y estén interesados por nuestro mensaje. En esa senda sabes que nos encontraremos siempre.

      De nuevo gracias por tus impulsos.

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  6. Enhorabuena Fernando y Víctor en principio por el trabajo que lleváis a cabo para que la visibilidad de la AMC sea una realidad.No cabe pensar en la actualidad en la transmisión de conocimiento dejando de lado a las RRSS .La divulgación científica es de gran importancia para acercar la ciencia a la sociedad.Este magnífico trabajo publicado hoy no habría visto la luz sin vuestra dedicación y esfuerzo.Enhorabuena

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    1. Muchas gracias por tu comentario, Nani. Efectivamente, tal y como mencionas, la AMC va adquiriendo mayor visibilidad gracias a la transmisión del conocimiento que realiza a través de todas sus iniciativas. En los 150 años de historia ha realizado una inmensa labor de expansión del conocimiento científico que quedaba en cierto modo encapsulado en los propios círculos en los que se generaba. Las actividades de divulgación que siempre ha realizado y sus publicaciones han sido de gran impacto a lo largo de su historia.

      Las ACTAS de las SESIONES de la Sociedad Malagueña de Ciencias Físicas y Naturales reseñan la preocupación de los socios fundadores por «fomentar el estudio de las ciencias físicas y naturales» (pg. 12 de la Sesión del 13/10/1872). Sin duda cumplieron.

      Ahora nos toca a nosotros tratar de utilizar los medios que tenemos a nuestro alcance para hacer comprensible el conocimiento científico. Tenemos nuevas formas de transmitir ese conocimiento gracias a los avances tecnológicos y no podemos dejar pasar la oportunidad de utilizarlos de la mejor manera posible. Pero ¿cual es el contenido de nuestra divulgación? La respuesta la daba hace siglo y medio el propio Domingo Orueta en la sesión del 8 de diciembre de 1872 «… suplicar a los Srs. Socios que piensen ilustrarnos con sus conocimientos, que si bien, cuando fuera necesario no dejen de emplear el debido tecnicismo, traten de acomodar su discurso procurando popularizar la ciencia en todo lo que esté a su alcance».

      Así pues, la tarea está en manos de todos. Depende del esfuerzo de todos nosotros, si es verdad que pretendemos ilustrar con los conocimientos de cada cual a quienes atienden nuestras convocatorias y leen nuestros textos. Los medios digitales solo podrán transmitir lo que los académicos decidan comunicar. Así resulta determinante el trabajo de cada académico. Una vez realizado, es la propia AMC la que provee los medios para expandir ese conocimiento a través de sus redes sociales. Cierto que ahí también hay un trabajo que realizar, pero su ejecución se ve impelida por el propio impulso que propicia el trabajo de cada académico.

      Gracias de nuevo por tus palabras de apoyo y reconocimiento a la labor realizada.

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  7. El 150 Aniversario de la Academia Malagueña de Ciencias incorpora el 15 Aniversario de su plena incorporación a los medios digitales con la encomiable proyección que testimonian los precisos datos que aportan los autores del trabajo. Felicitación personal e institucional.

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    1. Muchas gracias Ángel por tu aportación al «coloquio digital» que ha propiciado este artículo en el blog de la AMC. Ciertamente la efeméride que mencionas es algo más que una curiosidad. El hecho de haber iniciado esta aventura digital supuso una apuesta de futuro por la comunicación de la AMC utilizando las nuevas vías que la tecnología comenzó a ofrecer en su momento. Creemos que aquella iniciativa fue acertada. Como dices, los datos que ofrece el trabajo realizado hasta el día de hoy son indiscutibles y «precisos». También prometedores, por la tendencia que sigue evolución.

      Lo importante es que la AMC ha sabido ampliar lo límites de su mensaje y sumarse a las nuevas formas de difundir el conocimiento científico. Pero lo verdaderamente importante es comprobar que su misión sigue siendo de utilidad para la sociedad y que tiene mucho contenido científico que ofrecer gracias al esfuerzo de todos sus académicos. Mientras haya masa crítica habrá mensaje.

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